miércoles, 22 de septiembre de 2010

periodización

Períodos:
  • 1880-1916 - Centenario de La Patria
  • 1916-1930 - Reforma Universitaria
  • 1930-1943 - Crisis económica, “La Crisis del ´30”
  • 1943-1955 – “El 17 de octubre”

  1. 1880-1916: Centenario de La Patria
Pese a los transcurridos 100 años desde la Revolución, seguía existiendo una nación veterana, dominada por la elite (descendientes de europeos, raza blanca) que ejercía la libertad política. Por otro lado, los sectores originarios (“barbarie”) se ven privado de ello, no ayudan al progreso y no se tiene en cuenta que ellos son la identidad originaria de la Argentina.
Como consecuencia de la inmigración europea (no había sido la esperada, debido a que no arribaron europeos anglosajones) comenzaron a surgir los movimientos obreros (anarquistas, socialistas y sindicalistas), los cuales resultaban una amenaza para la elite.
Por parte de los inmigrantes la elite esperaban que aportasen sus conocimientos en cuanto a técnicas, políticas, gemíos, economía.
En cuanto al Estado, éste toma un modelo liberal oligárquico.
Esta etapa se caracteriza por un desarrollo económico desigual en las regiones de país, viéndose beneficiada la zona pampeana (exportan) mientras que el resto del país se encargaba de satisfacer la demanda interna.
Ya para fines de la etapa, se comienza a cuestión y oponer a la política oligárquica, de este modo surgen los primeros partidos políticos modernos (U.C.R y P.S) y además se promulga la ley Sáenz Peña que estableció el voto secreto, universal (masculino) y obligatorio.
  1. 1916-1930: Reforma Universitaria
Se busca recuperar la identidad nacional. La educación es un punto fundamental para ello, se revaloriza la cultura nacional (música, pintura, literatura), comienzan a tener importancia la tradición y las raíces. Mediante el proceso de sustitución, buscan fomentar la industria nacional pero no se logra independencia económica con Europa, y aún dependen de los extranjeros para lograr progreso.
Existen diferencias entre la clase obrera (muy perjudicada con la crisis del ´30) y las clases las altas. Las clases obreras crean nuevos iconos de identidad (tango).
1916 asume Yrigoyen al gobierno, siendo este partidario de la U.C.R.
Los nacionalistas de derecha se oponían al radicalismo (“gobierno plebeyo”) y apoyaban ideales católicos. En tanto que los últimos mantenían una postura antimperialista buscaban desvincularse de la Europa tratando de activar la industria. Ésta necesitaría para se desarrollo infraestructura, comunicaciones, conocimientos en los cuelas Europa era necesaria para concretarlo.

    1. 1930-1943: Crisis económica, “La Crisis del ´30”
Con el primer golpe de Estado cívico-militar, encabezado por el General Uriburu derroca al presidente Yrigoyen e instaura el primer gobierno militar de la historia de nuestro país. El golpe implica el retorno del fraude y a la violencia electoral, y el desarrollo de grupos totalitarios que ven la oportunidad de instaurar regímenes similares al fascismo y al nazismo europeos. El resultado es la inestabilidad política y el creciente escepticismo de la población con respecto a la democracia.
Por otro lado, la década del ´30 señala el fin del modelo agroexportador caracterizado por una relación de preferencia con Inglaterra. En este aspecto son claves la crisis de 1929, que cierra el mercado mundial en espacios nacionales, y la Segunda Guerra Mundial, que provoca cambios irreversibles en la política y economía internacional. Ante esto, la Argentina busca alternativas a través de la participación del Estado en la economía, constituyendo un presedente del nuevo modelo industrial: “sustitución de importaciones”.
En el aspecto social, para los sectores populares, la desocupación y los niveles salariales deprimidos provocan el empobrecimiento y la pérdida de expectativas en grandes sectores de la población. El proceso de urbanización y la formación de una clase media conformada por los empleados de la administración, del comercio, de la banca y de otros sectores permitieron el desarrollo de nuevos fenómenos culturales como la radio, el cine sonoro y el fútbol.

    1. 1943-1955: “El 17 de octubre”
en 1943, un golpe militar empuja al país hacia el autoritarismo. Perón conforma un extenso movimiento que cambiaría la historia de la Argentina; domina la política nacional y genera cambios sustanciales en la economía, la sociedad y la política, al tiempo que se abre una profunda brecha entre sus partidiarios y sus adversarios.
En lo económico, el surgimiento del peronismo implica la cosolidación de la industria de sustitución de importanciones orientada hacia el mercado interno, el pleno empleo, la redistribución del ingreso en favor de los trabajadores y la extensión de las políticas sociales de bienestar; las masas obreras logran “ser escuchadas” y comienzan a formar parte de la vida política del país. Se busca homogeneizar la población, integrarla. Argentina colectiva, donde se les leal a las raíces hispano criollas. Sentimiento de nación, pueblo que trabaja para empresas nacionales. Se integra la mujer al derecho a votar solo se deja “de lado” a sector rural.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Resumen histórico de la etapa 1880-1916 de la Argentina

Política y economía de la época

En la historia Argentina al referirnos a la identidad nacional se encuentran diversas concepciones. Por un lado Alberdi sostuvo que era necesario poblar el país para lograr el progreso, de modo tal que los inmigrantes aportasen no sólo mano de obra sino también, nuevas técnicas y conocimientos.
En tanto que Sarmiento creyó positivo este aspecto y mantuvo que el modo de homogeneizar la identidad de los pobladores era mediante la educación que crearía un sentimiento de pertenecía a una colectividad.
   Debido a las persecuciones ideológicas que se dieron en Europa, la Primera Guerra Mundial y las consecuencias de la misma (hambre, falta de trabajo y pobreza) la oleada inmigratoria se vio favorecida en nuestro país. Por ello Argentina resultó un gran atractivo y una solución a los problemas de los europeos ya que se otorgaron diversos beneficios tales como los pasajes subsidiados, la oferta de trabajo y la posibilidad de obtener tierras, a las cuales pocos accedieron.
   Alberdi hace referencia en su libro “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina” que fue necesario poblar el desierto, lo cual no significaba que el territorio estuvo deshabitado sino que se hallaba en manos de los aborígenes, sus reales dueños. Ellos fueron considerados incapaces de participar y hacer aportes al nuevo proyecto de país que se estaba gestando.
   Entre 1879/1880 se creó el Partido Autonomista Nacional (PAN) que se caracterizó  por ser un grupo de gobernadores y no un partido democrático, conformado por la elite (sector social amante de la música, literatura, de gran poder económico y adepto a la cultura europea). El PAN se vio prácticamente forzado por Roca a elegirlo como presidente y el 11 de abril de 1880 asumiría este cargo.
Bajo el lema “Paz y Administración” llevó adelante un programa de pacificación política y un ordenamiento interior que se lo acompañó un importante crecimiento de la economía. Una de las medidas más significativas fue la Campaña del Desierto: la intolerancia hacia el indio creció en forma directamente proporcional al aumento de la demanda externa de materias primas y fue necesario ampliar la frontera agropecuaria y asegurar el traslado de los productos al puerto.Download campaña d...jpg (82.4 KB).
   En cuestiones económicas, el país adoptó el modelo agro exportador el cual lo definía como productor de materias primas y demandante de bienes manufacturados. De este modo se propició una integración de la economía argentina al mercado internacional, que nos ubicó detrás de Estados Unidos, como uno de los principales exportadores. A su vez, esta “nueva” Argentina abrió las puertas a los capitales extranjeros, principalmente los británicos que invirtieron en ferrocarriles, infraestructura, frigoríficos, comunicaciones. Download ferrocarr...jpg (35.5 KB), Download frigorifi...jpg (76.7 KB)
Llegado el último año de la presidencia de Roca, se empezaron a perfilar como candidatos Dardo Rocha y Miguel Ángel Juárez Celman, siendo este último elegido para el cargo. Celman asumió en el año 1886 y su mandato se denominó “El Unicato” debido a que Celman reúne la presidencia de la Nación y la del PAN al mismo tiempo. Esta novedad política fue cuestionada por la elite y le restó aliados al presidente.
Su desempeño se limitó los asuntos administrativos y se centró en la elaboración de leyes reguladoras. Además promulgó el Código Penal, de Comercio y de Minería.
Durante su mandato, en 1889, sus opositores fundaron la Unión Cívica que se caracterizó por su nacionalismo y por el hecho de estar excluídos del Régimen. Algunos de sus dirigentes fueron Mitre, Alem y B. Irigoyen quienes defendieron las libertades públicas, el libre ejercicio del sufragio y las autonomías provinciales. Pese a ello, el presidente y sus allegados siguieron manteniendo el poder.
Respecto al cuadro económico y social del país se apreciaron los cambios operados en la demografía, las modificaciones en la ganadería, el surgimiento de la agricultura extensiva en el Litoral, la presencia del capital extranjero y el nacimiento de las industrias de transformación. Sin embargo, la especulación con la tierra y la Bolsa de Comercio hizo trepidar las bases financieras; la balanza de pagos era desfavorable, la deuda pública se triplicaba y la Argentina estaba inmersa en un gobierno corrupto. Estos vaivenes económicos, financieros, políticos y sociales fueron causas de la denominnada “Crisis del ´90”, que derivó en el abandono de Buenos Aires por parte del presidente y la toma del poder a cargo de Pellegrini y Roca. Finalmente, Celman presentó su renuncia y como consecuente asumió a la presidencia Carlos Pellegrini el 6 de agosto de 1890.
  El nuevo presidente advirtió que un equilibrio sutil se había roto y que era preciso restablecerlo si no se quería perder el control del Estado. Para solventar las deudas que el anterior gobierno había dejado, Pellegrini tomó una serie de medidas: fundó el Banco de la Nación ArgentinaDownload banco_nac...jpg (290.7 KB), se reunió con comerciantes, banqueros y estancieros para obtener préstamos y suspendió gastos destinados a las obras públicas. Más allá de las medidas implementadas, la situación financiera siguió decayendo y el gobierno debió apelar a la emisión monetaria, produciendo la devaluación del peso. De este modo, quienes se vieron beneficiados fueron los exportadores rurales, que percibían sus ingresos en  oro y pagaban sus costos en papel moneda depreciado.
En el terreno político, Roca se consolidó en el gobierno y buscó aliados en la Unión Cívica. Logró así sellar un pacto electoral con Mitre, denominado “Acuerdo Patriótico” que le permitió al PAN volver a controlar la sucesión presidencial.  Este acuerdo fue rechazado   por una nueva convención liderada por Alem y produjo la división entre la Unión Cívica Radical y la Unión Cívica Nacional en 1890.
La Unión Cívica Radical fue el primer partido político moderno de la Argentina, se caracterizó por reclamar la vigencia de la Constitución y la pureza del sufragio, lo que significó modificar las prácticas políticas vigentes y apuntar a aquellas ligadas a la tradición del autonomismo alsinista (caudillismo, movilización del partido como máquina electoral).Download ucr-escud...gif (56.1 KB).
El período político de Pellegrini culminó en 1892. En el partido gobernante comenzó entonces la lucha por la sucesión presidencial. Roca logró imponer la fórmula Luis Sáenz Peña- José Evaristo Uriburu, que llegaron al poder por fraude electoral más allá de que  contaban con el respeto de mitristas, cívicos radicales y católicos. Luego de tres años de gobierno, en 1895 Sáenz Peña renunció por su escaso margen de poder en relación a las presiones que ejercían los radicales, los notables, los socialistas y los anarquistas. Tras este hecho, el vicepresidente completó el período presidencial y se restauró el Acuerdo entre panistas y cívicos en el Congreso. Al mismo tiempo, debido al suicidio de Alem, la Unión Cívica Radical quedó a cargo de Hipólito Yrigoyen.
La manipulación electoral y las prácticas fraudulentas darían lugar a la segunda presidencia de Julio A. Roca, con Quirno Costa como vicepresidente.
En este momento, el crecimiento económico continuó, se normalizaron los pagos de la deuda pública y se emprendieron obras  de importancia. De su gabinete de ministros se destacaron Luis María Campos, que estableció la Escuela Superior de Guerra, Pablo Ricchierri, que impuso el servicio militar, y luego Juan R. Fernández que incrementaron el número y la especialidad de los colegios nacionales y dieron impulso a la formación de profesores de enseñanza secundaria.    
Durante este período, Argentina cedió gran importancia a las relaciones internacionales y logró firmar el Pacto de Mayo con Chile por la división de las tierras patagónicas, definir con Brasil el territorio de la frontera oriental de Misiones y aprobar la Doctrina de Drago, que más tarde se incorporó al derecho internacional.
La política interior estuvo condicionada por la conflictividad y la división de la elite gobernante, que causó la ruptura entre el presidente y Pellegrini. Al mismo tiempo, creció la protesta social y la representación de la Federación Obrera Argentina (F.O.A.), y surgieron las primeras huelgas violentas de trabajadores. La falta de políticas sociales aumentó esta tensión que en general se resolvieron con represión. Todo el movimiento obrero ocasionado se relacionó con el crecimiento industrial y los sindicatos lo que llevó a la fundación del Partido Socialista. Éste fue creado en 1896 y su objetivo fue mejorar las condiciones de vida de los trabajadores pese a que lo manejaron profesionales, como  Juan B. Justo.
  Cumplido su segundo mandato, Roca logró imponer a Manuel Quintana como candidato a presidente, con el objetivo de destruir la candidatura de Pellegrini. Además Quintana garantizaría la inversión de capitales británicos y se inclinaría a la formación de “partidos orgánicos”.
Con Quintana el país vivió un segundo auge económico: mejoró su economía, la inmigración se duplicó y se ampliaron las exportaciones al extenderse las áreas de cultivo de los tres productos principales: trigo, maíz y lino y, además,.
 Las principales medidas que tomó el presidente fueron la Ley Láinez, que crea escuelas rurales y elementales en las provincias financiadas por el Ministerio de Educación; la reglamentación del descanso dominical y las profesiones liberales; la fomentación de obras públicas (principalmente los puertos) y la aprobación del convenio con la provincia de Buenos Aires sobre el establecimiento de la Universidad de La Plata. Sin embargo socialistas y anarquistas siguieron demostrando su descontento respecto a las clases gobernantes a través de huelgas y manifestaciones.
En 1905 el Partido Radical organizó una revolución y como consecuente, Yrigoyen se entregó a la justicia declarando que no participaría en los comicios hasta que no hubiese transparencia electoral.      
Un año después Quintana abandonó el gobierno y dejó su lugar al joven cordobés Figueroa Alcorta.
Su estrategia política se basó en conseguir un acercamiento con los radicales y preparó el camino para los cambios electorales de Roque Sáenz Peña. A lo largo de su gobierno tuvo continuos enfrentamientos con distintos sectores políticos que lo llevaron a clausurar el Congreso e intervenir varias provincias.
Presidió la celebración del Centenario de la Revolución de Mayo , en un período de expansión económica y graves conflictos sociales.
Dentro de los lineamientos habituales de la política económica, la situación del país era, en esa orden, próspera. Ganadería y agricultura dominaban el panorama económico, multiplicadas las áreas cultivadas y la cabeza del ganado. Las industrias comenzaron a tener mayor importancia y se ubicaron en la Capital Federal, acentuando más las diferencias regionales.      
En 1910, Roque Sáenz Peña surgió como el candidato de las corrientes renovadoras de la elite gobernante para la sucesión presidencial. Juró el cargo de presidente el 12 de octubre de 1910 y se caracterizó por el respeto de la soberanía popular y su absoluta prescindencia en las elecciones. Un ejemplo claro de esto es que Sáenz Peña se convirtió en el inspirador de la reforma electoral de 1912, la cual estableció el voto secreto y obligatorio, adoptó el sistema de listas incompletas, permitió al pueblo emitir su voto libremente y eliminó, aunque no del todo, la influencia oficialista.
A partir de la reforma electoral los partidos políticos se consolidan y reorganizan. Se fundó el 1914 el Partido Demócrata Progresista que se opuso a la dependencia económica de Inglaterra y en la formación de monopolios económicos.
Muy enfermo de sífilis, el presidente debió pedir licencia en 1913 y falleció el  9 de agosto del año siguiente, dejando su cargo al vicepresidente Victorino de la Plaza.
El año 1914 resultó muy significativo en el marco internacional debido a que estalló la Primera Guerra Mundial, generada por el asesinato del archiduque austríaco Francisco Fernando (heredero del trono Austro-Húngaro) y su esposa. Con respecto a este hecho, el presidente Victorino de la Plaza decidió mantener una postura neutral. A su vez, se generaron determinadas situaciones como consecuencia de la guerra que resultaron desfavorables a la economía del país, como: el cierre del comercio exterior con Europa causado por el pánico financiero, disminución de la demanda externa lo cual provocó fluctuaciones en las actividades productivas, disminuyeron las exportaciones.
Ante este panorama, De La Plaza arbitró urgentes medidas dada su experiencia en cuestiones económicas como ministro de Hacienda de Avellaneda. Restringió las obras públicas y redujo el presupuesto previsto para los festejos del Centenario de nuestra Independencia que, no obstante, se realizan con gran apoyo popular, propició  la industria, de tejido y alimentos. Antes, durante y después del conflicto se incrementaron los capitales norteamericanos. Pasada la guerra se reanudaron las importaciones europeas pero se mantuvo el desinterés de la clase más poderosa, los estancieros, para invertir en la industria. Se creó la Caja Nacional de Ahorro Postal, se sancionaron leyes de Accidentes de Trabajo y de Casas Baratas para empleados y obreros (Ley Cafferata) y se inauguró el primer ferrocarril que une Buenos Aires con la localidad de Tigre.
De la Plaza culminó con su mandato presidencial y dio lugar al inicio de una nueva etapa en la historia argentina, que marcaría un antes y un después en ella: la presidencia de Hipólito Irigoyen.

-Características socioculturales
En estos 36 años, la sociedad se fue modificando en grandes medidas. Dejando como consecuencia una población con muchos y distintos grupos sociales:
-    Clase social alta: se denomino también como oligarquía. En general, fueron hombres que a través de sobornos, con regalos, recompensas, relaciones familiares tuvieron a su cargo la dirección económica, política y cultural del país. Compartieron un conjunto coherente de principios e ideas fundamentales que se convirtieron en objetivos de las ideas de gobierno e intereses comunes respecto a la exportación y el comercio exterior de los productos que ellos producían. Se los caracterizó como positivistas, es decir, estaban convencidos que el progreso estaban directamente relacionado con el avance de las ciencias.
 Sus reuniones solían realizarse en diversos centros como por ejemplo el Jockey Club de Buenos Aires, el Club del Progreso, la Sociedad Rural Argentina y la Facultad de Derecho. Allí realizaban actividades como jugar al criquet, fútbol, turf  y atletismo. En este sentido la alta sociedad porteña del siglo XIX desplazó los entretenimientos de origen campero o los heredados de España y fue adoptando directamente, el estilo de la sociabilidad europea.
No debemos dejar de lado la importancia del Teatro Colon, que desde sus comienzos fue el lugar preferido para las reuniones de la oligarquía.
Otra actividad muy propia de este sector social fue el viaje a Europa el cual constituía uno de los indicadores de la posición social de la aristocracia. En este sentido se agrega al proceso de aristocratización y de refinamiento de los estancieros enriquecidos. De esta manera, el viaje al nuevo mundo (de manera especial a Francia), se transforma en una verdadera fiebre.  Asimismo, muchos jóvenes argentinos estudiaban por aquellos años en colegios de Francia o Gran Bretaña y la realización de estos viajes les permitía adquirir sus prendas elegantes y clasicistas.  De esta manera, la elite dirigente encargaba su vestuario a los mejores sastres de Inglaterra y Francia en sus frecuentes viajes.
 Los veraneos representan otra de las formas propias de la intimidad social de los sectores dominantes. Los mismos ponían en contacto a las familias, permitiendo la posibilidad de un noviazgo. El veraneo es otra actividad simbólica de la clase alta pues los sectores medios y bajos no tuvieron la posibilidad de realizarla.
La clase alta se cerró frente al inmigrante, reteniendo la riqueza y el prestigio (basado en la "antigüedad y los antepasados").

-  Clase media: se conformó por un número de profesionales, de empleados administrativos y de trabajadores del sector de servicio (comercio, educación, transportes), cuya expansión se debió al negocio de la exportación. Sus posibilidades de mejoría económica y progreso social estaban ligados a la marcha exitosa del modelo agro exportador.  Los inmigrantes con algún recurso, o con un oficio los hijos de inmigrantes obreros que lograron ascender, por una carrera profesional, o por un cargo de administración pública también formaron parte de esta clase.
Sus actividades no eran muchas, realizaban paseos por parques públicos, picnic o encuentros en casas de gente con sus mismas características y de manera menos constante que la oligarquía.

-          Clase baja: también se la denominó clase obrera. Se integró por gran masa de trabajadores con algún oficio como ser sombrereros, costureros, zapateos, sastres, panaderos, relojeros, ebanistas, carpinteros, albañiles. También estaban los estibadores y changarines del puerto. Los obreros de los frigoríficos y los ferrocarriles, pertenecían a la clase obrera. En general todos los que realizaban dichas actividades fueron los inmigrantes que habían llegado a nuestro país.
 Como el objetivo de la clase dirigente fue que inmigraran anglosajones, lo cual no se logró,   vinieron en mayor medida españoles e italianos con pocos recursos económicos y que fueron toscos para los trabajos.  Habitaron conventillos,  tipo de vivienda urbana del Río de la Plata, también conocida como inquilinato, donde cada cuarto es alquilado por una familia o por un grupo de hombres solos. Los servicios (comedor, baños) suelen ser comunes para todos los inquilinos.Sus actividades se resumieron en bailes (como el tango, la milonga, la tarantela), juegos de cartas,
Estos nuevos integrantes del país vinieron además con nuevas ideologías: el socialismo y el anarquismo, que llegaron a resultarle a la oligarquía una amenaza. De este modo, a lo largo del periodo 1880-1916, se organizaron huelgas para pedir mejoras en sus salarios, condiciones de trabajo y mostrando su desacuerdo respecto al desempeño de los gobernantes.

-  Centenario de la Revolución de Mayo.
El año 1910 significo para la oligarquía un reflejo de todos sus logros y sus fracasos. El 25 de mayo de ese año, bajo la presidencia de Figueroa Alcorta, se realizaron los festejos y en ellos, la Generación del ’80 quiso mostrar al mundo la grandeza de este país joven.
La ciudad parecía un gran escenario, con sus avenidas iluminadas, espléndidos edificios públicos, grandes tiendas y palacios que impresionaron a distinguidos viajeros que observaron a los argentinos y sus contradictorios paisajes.
Con ansias de representar una tradición nacional y una identidad ciudadana, la celebración unió el modelo visionario de la elite gobernante desde 1880 y la obra colectiva de una comunidad argentinizada desde sus múltiples orígenes.
Se desarrolló desde la madrugada del 19 de mayo —decían las crónicas de la época— "una festividad magnífica que trae más pavorosa cola que el cometa Halley", que brilló por la competencia en los despliegues de representaciones diplomáticas, económicas, culturales y étnicas, preferentemente de las colectividades española, italiana y francesa.
Estas presencias se configuraron en una amplia gama de significaciones en monumentos y exposiciones, perdurando en el imaginario la ritualidad ceremonial española de la visita de la infanta Isabel de Borbón, quien se dice que asistió muy elegantemente. Dentro de las personalidades que presenciaron el festejo también estuvieron el político frances Georges Clemenceau, Anatole France, Huret, Blasco Ibáñez, Bevione y Ferri.
Criollos de pura cepa e hijos de inmigrantes compartieron el espacio editorial en un horizonte ideológico de infinitos pliegues. Hubo un un primer nacionalismo nutrido de hispanismo que cuestionó la hegemonía de los valores políticos y culturales del liberalismo. Abundaron obras de González, Rojas, Juan B. Justo, Ingenieros y Bunge, que ahondaron en nuestra evolución histórica y evaluaron los resultados de la inmigración, cuestionándola.
Pero si bien estos festejos fueron pintorescos e interesantes, también fueron contradictorios. La riqueza, la sabiduría, la arrogancia y el optimismo de los dirigentes del 80 se mezclaban con la prudencia, la autocrítica reformista y cierta soberbia constante. No todos los sectores tenían motivos para festejar; a lo largo de 1910 se produjeron alrededor de 300 huelgas, y las centrales obreras amenazaron con una protesta general para el 25 de mayo si no satisfacían sus demandas. El gobierno respondió aplicando estado de sitio y reprimiendo a los activistas, además de culpar a los inmigrantes (especialmente a los judíos) de su malestar.
Por lo que el Centenario significó un encuentro entre dos tiempos, un numero que sirvió a los dirigentes y a los intelectuales de la población para hacer un repaso de lo actuado y una estimación del porvenir.
                                                                

Argentina con la identidad en duda.

Bandera argentinaCon el motivo del festejo del Bicentenario de la Revolución del 25 de Mayo, fecha a partir de la cual la Argentina comenzó a tener su gobierno propio, nos encontramos construyendo  nuestra identidad. Identidad de la cual somos partícipes y hemos modificado a lo largo de estos 200 años. Haciendo énfasis en el período 1880-1916 podemos notar que la sociedad argentina logró transformarse rápida y profundamente. La identidad se vio  influenciada por cada gobierno que tuvimos aunque no todos los sectores sociales se vieron afectados y representados en la misma medida y en el mismo sentido.
Sumergidos en una etapa en la cual la oligarquía tuvo el poder de decisión desde un principio, nuestra identidad fue elaborada con la mirada puesta  hacia Europa, mientras que los pobladores originales eran eliminados y discriminados por sus condiciones. Por otro lado, acentuando esta heterogeneidad, encontramos millones de inmigrantes que vinieron a formar parte de este país en plena construcción, aportando su mano de obra, sus esperanzas para salir adelante y sus ideologías, las cuales serían base para un cambio en la sociedad.       
Estos cambios que se estaban produciendo nos llevan a creer que los gobiernos elitistas, basándose en la cultura europea, propiciaron aspectos fundamentales en el desarrollo del Estado argentino, como la educación, la economía,la política. Pero a su vez dejaron de lado nuestras raíces, describiéndolas como innecesarias para el progreso y avance, y provocando su exterminio. Esta clase social hegemónica fomentó el arrivo de inmigrantes aunque se opuso a las corrientes ideológicas que los recién llegados al territorio apoyaban. Por lo tanto podemos sostener que esta causa les resultó una amenaza y un obstáculo para  seguir manteniendo el poder dejando en evidencia que desde los inicios de nuestro Estado la contradicción siempre estuvo presente en el pueblo argentino.
“Gobernar es poblar” este pensamiento sostenía Juan B. Alberdi, en sentido de que la Argentina se encontraba “desierto” de gente capaz, con conocimientos y formación alguna. Para él era fundamental traer europeos anglosajones para garantizar un desarrollo y progreso de la Nación. Al igual que Sarmiento sostenía que la “barbarie y los salvajes” debían ser eliminados y ambos tenían una concepción del indígena que poco se relacionaba con lo que ellos consideraban ser persona. La identidad para la elite no refiere a los orígenes propios del continente. Éstos provocaban un sentimiento de rechazo y negación de las raíces autóctonas. Sin ir más lejos, la Campaña del Desierto puso en juego los intereses económicos sobre la vida de miles de nativos y sus muertes se justificaron porque como dijo Roca:  “sacando el hormiguero es como se acaba con las hormigas.”
  La elite mostraba una gran admiración por la cultura europea a la cual trató de imitar e imporner en nuestro territorio. Un ejemplo claro que refleja esta devoción son las magníficas construcciones realizadas por sus gobiernos: el Parque de los Patricios, el Palacio Paz, la nueva rambla de Mar del Plata, el teatro Coliseo, la escuela Industrial de la Nación, el Congreso Nacional, el Palacio Errázuriz, el Jardín Japonés entre tantos otros.
Al mismo tiempo los oligarcas buscaron fomentar  la inmigración de muchos modos (subsidiaban pasajes, brindaban partes de terrenos, aseguraban trabajos, otorgaban hospedaje), para que los nuevos pobladores formaran parte  de aquella sociedad que era deseada y que mejoraría el nivel étnico y la mentalidad de los criollos. Trataron de buscar una metamorfosis en la identidad del ciudadano argentino, un argentino trabajador, laborioso, que entendiese de máquinas, que no tuviese una vocación indisciplinada, libre y dilapiladora del paisano.

                                                                                

Primera presidencia de Julio Argentino Roca

Julio Argentino Roca 1880-1886

Miguel Angel Juárez Celman

                                           Archivo:JuarezCelman.jpg
                                             1886-1890

Carlos Pellegrini

Presidente de la Nación 1890 a 1892.
Carlos Pellegrini

Segunda Presidencia de Roca

Archivo:JulioArgentinoRoca.JPG

12 de octubre de 1898 - 12 de octubre de 1904